COTACACHI
Cotacachi está ubicada en el
sector norte del Ecuador, en la provincia de Imbabura, entre las ciudades de
Ibarra y Otavalo. Es un pueblo multiétnico y pluricultural, con una superficie
de 1809 kilómetros cuadrados y con una población de 41115 habitantes. Además, Cotacachi
es conocido por sus artesanías en cuero y lana.
Cotacachi es
el cantón más extenso de la provincia de Imbabura, ubicado a
las faldas del volcán que lleva su mismo nombre. Entre las habilidades
destacadas de la gente de este cantón cuentan la artesanía (especialmente de la
producción en cuero), gastronomía y el comercio.
MANIFESTACIONES CULTURALES
Las múltiples manifestaciones
culturales que nos brinda el cantón Cotacachi complementan la diversidad de sus
paisajes.
TALABARTERÍA
Es la actividad predominante de los artesanos Cotacacheños, quienes con increíble creatividad elaboran una gran variedad de artículos de cuero de calidad como: billeteras, carteras, cinturones, maletas, zapatos, ropa, entre otros que se comercializan en los almacenes de la ciudad y en el exterior. Cotacachi es conocida como la ciudad capital del cuero debido a la infinidad de productos en cuanto a color, calidad, diseños y precio. Con el pasar del tiempo la gente la aprendido a crear nuevos diseños y modelos para lo cual incluso se combina con otro tipo de artesanía como son los tejidos en la lana, dicha combinación lo vuelve único y atractivo.
Hay varios talleres de Talabarterías abiertos al público donde se puede observar el proceso a seguir para obtener un producto final de calidad y con identidad del lugar.
TEJIDOS
En base a la cabuya procesada, venas de los árboles y mimbre las mujeres del valle de Intag confeccionan artesanías de tipo decorativo como alfombras, cortinas, porta-macetas, carteras bolsos, cinturones, entre otros, de diversos colores teñidos con elementos naturales. De igual manera en base a la lana de oveja y algodón las comunidades indígenas de la zona andina como: Morlan, Colimbuela, la Calera, Morochos, Chilcapamba, entre otras, elaboran: Bolsos, tapices, hamacas, fajas, anacos, camisas, alpargatas.
ALFARERIA
Las mujeres indígenas de las Comunidades de Tunibamba y Alambuela desarrollaron la alfarería: combinaron elementos binarios para el trabajo perfecto de la pieza de alfarería: tierra dura/suave, agua/fuego, fresco/caliente.
SEMANA SANTA
La Semana Santa, ritual católico es una de las manifestaciones religiosas que introducido por la conquista española a América impuso nuevos símbolos que recrearon rituales aborígenes.
En un mundo nuevo en el que el idioma dificultaba la comunicación, los conquistadores transfirieron a América representaciones teatrales de episodios religiosos para afianzar los procesos de evangelización. Además, normaron la participación de los indígenas (procesiones), investían personajes (caballeros) y delegaban funciones (cofradías) Caillavet 2000.
Así, se constituye la Semana Santa, en una fiesta religiosa en la que históricamente la sociedad indígena primero y posteriormente, la sociedad mestiza, expresan en su celebración un conjunto de símbolos y creencias sagradas que exhorta el espíritu de devoción y dinamiza relaciones sociales de convivencia.
LAS FIESTAS DEL SOLISTICIO INTI RAYMI
La fiesta del Inti Raymi se celebra con el fin de adorar el agua, la tierra y el SOL, propia de los indígenas, posteriormente llamada por los españoles fiesta de "San Pedro", se celebra anualmente, en todas las comunidades que pertenecen al cantón Cotacachi, provincia de Imbabura. La razón es honrar la cosecha a través de cantos, danzas, creencias, rituales, etc. La tradición de la fiesta no se ha perdido, por el contrario todos los meses de junio de cada año se revive con más fuerza, convocando a cientos de personas que se preparan para este gran acontecimiento. Lo que demuestra que la cultura indígena mantiene vivas sus raíces. El Inti Raymi está relacionado con el solsticio de verano y coincide con la época de la maduración de los productos. El Inti Raymi es conocido también como la fiesta de la 'segunda abundancia'. La primera es en marzo, y la tercera en septiembre. Cuenta la historia que hace varios siglos las comunidades incas llegaban desde todas las partes, realizando largas travesías, cruzando ríos, montañas y páramos. Lo hacían enfrentándose a las adversidades de la naturaleza y el objetivo era precisamente concentrarse a orillas del lago Cuicocha y así rendir culto al sol. La difusión que se da a esta fiesta es grande y llega a todas las comunidades vecinas, convirtiéndose de esta manera en un gran acontecimiento. Es en la provincia de Imbabura donde se desarrolla en toda su expresión. El san Juanito es la primera señal para indicar que el Inti Raymi o San Juan están en pleno apogeo. Se sabe que los preparativos empezaban con mucha anterioridad, los capitanes o jefes de cuadrillas de las distintas comunidades participantes se sometían a los llamados baños sagrados en cascadas, ojos de agua o vertientes naturales y el objetivo era interiorizar los poderes negativos del diablo Uma o Supay para ganar la pelea. Al término de la fiesta regresaban a la fuente para las clásicas limpias. Luego se realizaban las peregrinaciones por el poblado, y en todos los patios de las casa se llenaban las mesas con chicha y cuyes para todos.
Hoy en día la celebración es mucho más fuerte, más violenta, es por esto que se vigila mucho esta toma de la plaza, pues los indígenas mantienen conceptos andinos y la pelea ritual tiene una visión de purificación, para que el resto del año se pueda vivir en completa armonía. Sin embargo el mestizo lo mira como un peligro, de una u otra forma se toman todas las precauciones, para que no se den desvanes en la celebración; donde la chicha, el maíz, y el San Juanito ratifican su pertenencia. La fiesta del Inti Raymi en Imbabura generalmente se planifica de la siguiente manera.
Primer Día: Es el día de la celebración más importante. A media noche se realiza la purificación de los nativos. Esto se realiza en la Calera ubicado al sur de Cotacachi, donde se instala una gran tina y se efectúa el ritual. A esta gran tina solo tienen acceso los hombres según la tradición. Las mujeres permanecen en las casas preparando la comida para después del ritual.
Segundo Día: Se visita el Lago de Cuicocha, donde con un shamán se ofrece otro baño de purificación, además se realizan limpias, a donde acuden muchas personas tanto indígenas como mestizos y de todas las regiones del país.
En los días posteriores los moradores planifican la toma de la plaza de la matriz de cada grupo, quienes forman parte de la gran mesa comunal. El plato típico contiene mote, papas, cuy, queso, 'la comida de los dioses', y la bebida es la chicha de jora.
El 29 de junio se festeja San Pedro, el 30 se festeja San Pablo, y el primero de julio se dedica a las mujeres Santa Lucia.
En base a la cabuya procesada, venas de los árboles y mimbre las mujeres del valle de Intag confeccionan artesanías de tipo decorativo como alfombras, cortinas, porta-macetas, carteras bolsos, cinturones, entre otros, de diversos colores teñidos con elementos naturales. De igual manera en base a la lana de oveja y algodón las comunidades indígenas de la zona andina como: Morlan, Colimbuela, la Calera, Morochos, Chilcapamba, entre otras, elaboran: Bolsos, tapices, hamacas, fajas, anacos, camisas, alpargatas.
ALFARERIA
Las mujeres indígenas de las Comunidades de Tunibamba y Alambuela desarrollaron la alfarería: combinaron elementos binarios para el trabajo perfecto de la pieza de alfarería: tierra dura/suave, agua/fuego, fresco/caliente.
SEMANA SANTA
La Semana Santa, ritual católico es una de las manifestaciones religiosas que introducido por la conquista española a América impuso nuevos símbolos que recrearon rituales aborígenes.
En un mundo nuevo en el que el idioma dificultaba la comunicación, los conquistadores transfirieron a América representaciones teatrales de episodios religiosos para afianzar los procesos de evangelización. Además, normaron la participación de los indígenas (procesiones), investían personajes (caballeros) y delegaban funciones (cofradías) Caillavet 2000.
Así, se constituye la Semana Santa, en una fiesta religiosa en la que históricamente la sociedad indígena primero y posteriormente, la sociedad mestiza, expresan en su celebración un conjunto de símbolos y creencias sagradas que exhorta el espíritu de devoción y dinamiza relaciones sociales de convivencia.
LAS FIESTAS DEL SOLISTICIO INTI RAYMI
La fiesta del Inti Raymi se celebra con el fin de adorar el agua, la tierra y el SOL, propia de los indígenas, posteriormente llamada por los españoles fiesta de "San Pedro", se celebra anualmente, en todas las comunidades que pertenecen al cantón Cotacachi, provincia de Imbabura. La razón es honrar la cosecha a través de cantos, danzas, creencias, rituales, etc. La tradición de la fiesta no se ha perdido, por el contrario todos los meses de junio de cada año se revive con más fuerza, convocando a cientos de personas que se preparan para este gran acontecimiento. Lo que demuestra que la cultura indígena mantiene vivas sus raíces. El Inti Raymi está relacionado con el solsticio de verano y coincide con la época de la maduración de los productos. El Inti Raymi es conocido también como la fiesta de la 'segunda abundancia'. La primera es en marzo, y la tercera en septiembre. Cuenta la historia que hace varios siglos las comunidades incas llegaban desde todas las partes, realizando largas travesías, cruzando ríos, montañas y páramos. Lo hacían enfrentándose a las adversidades de la naturaleza y el objetivo era precisamente concentrarse a orillas del lago Cuicocha y así rendir culto al sol. La difusión que se da a esta fiesta es grande y llega a todas las comunidades vecinas, convirtiéndose de esta manera en un gran acontecimiento. Es en la provincia de Imbabura donde se desarrolla en toda su expresión. El san Juanito es la primera señal para indicar que el Inti Raymi o San Juan están en pleno apogeo. Se sabe que los preparativos empezaban con mucha anterioridad, los capitanes o jefes de cuadrillas de las distintas comunidades participantes se sometían a los llamados baños sagrados en cascadas, ojos de agua o vertientes naturales y el objetivo era interiorizar los poderes negativos del diablo Uma o Supay para ganar la pelea. Al término de la fiesta regresaban a la fuente para las clásicas limpias. Luego se realizaban las peregrinaciones por el poblado, y en todos los patios de las casa se llenaban las mesas con chicha y cuyes para todos.
Hoy en día la celebración es mucho más fuerte, más violenta, es por esto que se vigila mucho esta toma de la plaza, pues los indígenas mantienen conceptos andinos y la pelea ritual tiene una visión de purificación, para que el resto del año se pueda vivir en completa armonía. Sin embargo el mestizo lo mira como un peligro, de una u otra forma se toman todas las precauciones, para que no se den desvanes en la celebración; donde la chicha, el maíz, y el San Juanito ratifican su pertenencia. La fiesta del Inti Raymi en Imbabura generalmente se planifica de la siguiente manera.
Primer Día: Es el día de la celebración más importante. A media noche se realiza la purificación de los nativos. Esto se realiza en la Calera ubicado al sur de Cotacachi, donde se instala una gran tina y se efectúa el ritual. A esta gran tina solo tienen acceso los hombres según la tradición. Las mujeres permanecen en las casas preparando la comida para después del ritual.
Segundo Día: Se visita el Lago de Cuicocha, donde con un shamán se ofrece otro baño de purificación, además se realizan limpias, a donde acuden muchas personas tanto indígenas como mestizos y de todas las regiones del país.
En los días posteriores los moradores planifican la toma de la plaza de la matriz de cada grupo, quienes forman parte de la gran mesa comunal. El plato típico contiene mote, papas, cuy, queso, 'la comida de los dioses', y la bebida es la chicha de jora.
El 29 de junio se festeja San Pedro, el 30 se festeja San Pablo, y el primero de julio se dedica a las mujeres Santa Lucia.
FIESTA DE LA
JORA
Datos históricos sobre la Jora
La chicha de Jora nace de la casualidad. Según se cuenta, durante el reinado de Túpac Yupanqui las lluvias deterioraron los silos de maíz. Como resultado, los granos de maíz se fermentaron y dieron lugar a la malta de maíz.
El Inca, para evitar desechar el maíz, ordenó la distribución de malta para aprovecharla en forma de mote (maíz cocido en agua), pero, dadas las características organolépticas desconocidas del maíz, la terminaron desechando. Aquí es cuando se descubre: un hambriento, rebuscando en la basura, consumió la sustancia y quedó sumido en la embriaguez. Fue entonces que en el Antiguo Perú se descubrió el valor alcohólico del maíz.
CosmovisiónDatos históricos sobre la Jora
La chicha de Jora nace de la casualidad. Según se cuenta, durante el reinado de Túpac Yupanqui las lluvias deterioraron los silos de maíz. Como resultado, los granos de maíz se fermentaron y dieron lugar a la malta de maíz.
El Inca, para evitar desechar el maíz, ordenó la distribución de malta para aprovecharla en forma de mote (maíz cocido en agua), pero, dadas las características organolépticas desconocidas del maíz, la terminaron desechando. Aquí es cuando se descubre: un hambriento, rebuscando en la basura, consumió la sustancia y quedó sumido en la embriaguez. Fue entonces que en el Antiguo Perú se descubrió el valor alcohólico del maíz.
La realidad andina está integrada por tres comunidades que se interrelacionan constantemente: la naturaleza (sallqa), la comunidad humana (runas) y la comunidad de los padres creadores (wacas o deidades). El equilibrio y convivencia de estos tres espacios da lugar a la vida.
La chicha de jora, de origen humilde pero de noble trayectoria, con el tiempo se convirtió en la bebida predilecta de los grandes señores, inclusive siendo la bebida ritual para las ceremonias en honor a las wacas y apus; la chicha de Jora, se convirtió, sin que nadie lo predijera, en el puente comunicativo entre los tres mundos que forman la vida del ande.
En la actualidad, la chicha de jora aún mantiene su condición ceremonial, puesto que en la sierra se realizan representaciones alegóricas a las fiestas incaicas, y la bebida que llena los vasos ceremoniales es la chicha. También se usa durante pagos a la tierra y otras actividades místico-religiosas del mundo andino.
Finados
Desde el 31 de octubre las familias indígenas se dedican al amasijo de las figuras de pan. Preparan la masa de harina de trigo, agua, sal y una pizca de manteca. Las guaguas, borregos, tórtolas y roscas, salen asadas del horno listas para llevar al cementerio y a la venta en el mercado.
El primero de noviembre, “Día de todos los Santos”, es el “Día de los Ángeles”. Antes de las seis de la mañana, un ángel con dos “catinadoes” y otros acompañantes, salen de cada comunidad a oír la misa en las Iglesias de La Matriz y San Francisco. Las mujeres hacen bendecir algunos granos, ramas de laurel y romero. Cuando termina la misa regresan corriendo a sus comunidades.
El primero de noviembre
Por la noche cada familia cocina papas, mote, frejol, tostado, nabo, carne de cuy y de gallina, champús y alguna que otra golosina preferida por el difunto. Esta comida con las figuras e pan llevaran al cementerio.
Quienes mueren pasan a otra forma de vida, con la necesidad de comer, vestirse y trabajar. Por eso en los antiguos pueblos indígenas se enterraban a los muertos con la comida-especialmente maíz-, ropa y herramientas de trabajo
La fiesta de los difuntos.
Antes conmemoraban la fiesta Ayamarcas en octubre, pero los españoles cambiaron de fecha al 2 de noviembre, el día destinado al recuerdo de los muertos en la Iglesia Católica.
Los indígenas, muy por la mañana, salen de sus comunidades para visitar el cementerio. Las mujeres cargan sobre sus espaldas los “quipes” de comida. Compran coronas de flores de papel para depositar en las tumbas, especialmente de los niños.
En el cementerio cada familia se sienta en el suelo alrededor de la tumba de su pariente. Tienden un mantel y ponen la comida y comparten con otras familias, incluso de distintas comunidades, haciendo el “ricurishca”. Así como participan los vivos junto a los amigos, los difuntos también “compartirán estos momentos y seguirán unidos”. La fiesta es recíproca, todos dan y a la vez reciben. Se brindan en pilches y platos de barro. Entre tanto un rezador dice oraciones por las almas de los difuntos, de la familia, los amigos, compadres y vecinos.
Cuando una persona muere, asciende al Hanan Pacha, un lugar fuera de este mundo. Allá se purifica y vive en mejores condiciones que en la Tierra. Cuando haya logrado su purificación, volverá a la tierra, Kai Pacha, y será una persona mejor que en la vida anterior. Las personas que han sido muy malas en su primera vida, no ascienden a Hanan Pacha, son condenadas para siempre al Ucu Pacha, un lugar de aniquilación, oscuro y tétrico, bajo la tierra.
Después de permanecer medio día sentados, antes de retirarse, depositan al contorno de la cruz la comida que llevaron y recibieron, con la esperanza de que los muertos se alimenten.
Desde el 31 de octubre las familias indígenas se dedican al amasijo de las figuras de pan. Preparan la masa de harina de trigo, agua, sal y una pizca de manteca. Las guaguas, borregos, tórtolas y roscas, salen asadas del horno listas para llevar al cementerio y a la venta en el mercado.
El primero de noviembre, “Día de todos los Santos”, es el “Día de los Ángeles”. Antes de las seis de la mañana, un ángel con dos “catinadoes” y otros acompañantes, salen de cada comunidad a oír la misa en las Iglesias de La Matriz y San Francisco. Las mujeres hacen bendecir algunos granos, ramas de laurel y romero. Cuando termina la misa regresan corriendo a sus comunidades.
El primero de noviembre
Por la noche cada familia cocina papas, mote, frejol, tostado, nabo, carne de cuy y de gallina, champús y alguna que otra golosina preferida por el difunto. Esta comida con las figuras e pan llevaran al cementerio.
Quienes mueren pasan a otra forma de vida, con la necesidad de comer, vestirse y trabajar. Por eso en los antiguos pueblos indígenas se enterraban a los muertos con la comida-especialmente maíz-, ropa y herramientas de trabajo
La fiesta de los difuntos.
Antes conmemoraban la fiesta Ayamarcas en octubre, pero los españoles cambiaron de fecha al 2 de noviembre, el día destinado al recuerdo de los muertos en la Iglesia Católica.
Los indígenas, muy por la mañana, salen de sus comunidades para visitar el cementerio. Las mujeres cargan sobre sus espaldas los “quipes” de comida. Compran coronas de flores de papel para depositar en las tumbas, especialmente de los niños.
En el cementerio cada familia se sienta en el suelo alrededor de la tumba de su pariente. Tienden un mantel y ponen la comida y comparten con otras familias, incluso de distintas comunidades, haciendo el “ricurishca”. Así como participan los vivos junto a los amigos, los difuntos también “compartirán estos momentos y seguirán unidos”. La fiesta es recíproca, todos dan y a la vez reciben. Se brindan en pilches y platos de barro. Entre tanto un rezador dice oraciones por las almas de los difuntos, de la familia, los amigos, compadres y vecinos.
Cuando una persona muere, asciende al Hanan Pacha, un lugar fuera de este mundo. Allá se purifica y vive en mejores condiciones que en la Tierra. Cuando haya logrado su purificación, volverá a la tierra, Kai Pacha, y será una persona mejor que en la vida anterior. Las personas que han sido muy malas en su primera vida, no ascienden a Hanan Pacha, son condenadas para siempre al Ucu Pacha, un lugar de aniquilación, oscuro y tétrico, bajo la tierra.
Después de permanecer medio día sentados, antes de retirarse, depositan al contorno de la cruz la comida que llevaron y recibieron, con la esperanza de que los muertos se alimenten.
Feria del Cuero.
Se realiza los feriados de semana
Santa y el 02 de noviembre en finados, propios y extraños visitan Cotacachi
alrededor de 6000 son los turistas que nos visitan en en estas fechas para
observar las artesanías en cuero y los principales eventos que se realiza como
son: Pasarelas, Shows Artísticos, Gastronomía y mucho más.
Durante
los feriados los sectores beneficiados también son la asociación CUICHI
COCHA que agrupa a las 9 nueves comunidades asentadas en la cuenca del lago y
que mantienen un programa de turismo comunitario que es visitado
permanentemente y es el atractivo de los turistas extranjeros que vienen con
agendas directas desde Europa en coordinación de las operadoras de turismo más
importantes del Ecuador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario